2019 – Deeper – Espanol
¡No se preocupe, todo va a estar bien!

ESCRITURA ENFOCADA EN ESTA SEMANA

En eso llegaron de Antioquía y de Iconio unos judíos que hicieron cambiar de parecer a la multitud. Apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, creyendo que estaba muerto. Pero, cuando lo rodearon los discípulos, él se levantó y volvió a entrar en la ciudad. Al día siguiente, partió para Derbe en compañía de Bernabé.

Después de anunciar las buenas nuevas en aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, Pablo y Bernabé regresaron a Listra, a Iconio y a Antioquía, fortaleciendo a los discípulos y animándolos a perseverar en la fe. «Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios», les decían. Hechos 14:19-22 NIV.‍

PENSAMIENTOS DE GREG‍

Hace años, me di cuenta de que uno de mis poderosos impulsos es tratar de evitar la incomodidad, la tensión y el dolor a casi a cualquier costo. Para empeorar las cosas, pasé muchos años creyendo erróneamente que la misión de Dios en la vida era ayudarme a evitar la incomodidad, la tensión y el dolor a casi cualquier costo. Desde que empecé a ser cristiano, ¿no se supone que Dios haría mi vida fácil y sin problemas? Puedes imaginarte cómo sería desafiada mi fe cada vez que Dios no cumpliera mis expectativas equivocadas de su misión para mi vida.

No estoy seguro de dónde obtuve la idea de que la misión principal de Dios era hacer que mi vida fuera cómoda; ciertamente no vino de la Biblia. Justo aquí en este pasaje de Hechos, dice que debemos pasar por muchas dificultades para entrar en el Reino de Dios. Pablo escribió estas palabras basado en experiencias reales. Él buscó el Reino de Dios como si fuera lo único que importaba. En este breve ejemplo, Pablo fue apedreado de tal manera, que sus oponentes pensaron que estaba muerto. Cuando Dios le permitió a Pablo recuperarse de esta crisis increíble, ¿cuál fue la respuesta de Pablo? ¿Se quejó ante Dios diciendo: “¿Cómo pudiste dejar que me pasara esto a mí, especialmente mientras intentaba servirte predicando las buenas nuevas?” ¡NO! ¡Pablo volvió a subir y regresó a la ciudad donde la gente acababa de intentar matarlo! Su mensaje a los que creyeron en Jesús fue: “¡Esto no será fácil, pero el Reino de Dios vale la pena!” (Parafraseando a Greg).

Esta misma idea se refleja en todo el Nuevo Testamento, incluso de las palabras de Jesús, justo antes de ir a la cruz:

“Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.” Juan 16:33 NVI. Ver también 2 Corintios 4:16-18 NIV; Santiago 1:2-4 NVI.

Creo que leí estos pasajes durante muchos años porque no me gustó la verdad que se transmite aquí. No quería escuchar que Dios no iba a asociarse conmigo para hacer que mi vida fuera fácil navegar todo el tiempo. Irónicamente, estos pasajes se han convertido en un gran estímulo para mí. Mi fe ya no es desafiada cuando me encuentro con aguas agitadas, porque sé que Dios no está preocupado principalmente por mi comodidad. Más bien, está preocupado por mi crecimiento y desarrollo, y está preocupado por mi impacto en Su Reino. No tengo que resistir todo lo que pueda causarme incomodidad porque he aprendido que “en todas las cosas, Dios trabaja por el bien de los que lo aman, quienes han sido llamados de acuerdo con su propósito”. Romanos 8:28 NIV.